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Pachi Larrosa

El Almirez

Gastroarte en el Mubam; un doble placer

Arriba, Paco Torreblanca y algunas de sus obras. Abajo, Chicote y Sus Díaz, en la presentación, Fran, del Jota Ele y Albert Adriá y una de las fotografías que han documentado el proceso.

El pastelero Paco Torreblanca, interpreta once pinturas de la exposición permanente del museo

Dos mundos aparentemente contrapuestos vuelven a integrarse: el trepidante y mediático ambiente de la cocina, de la gastronomía, y el solemne, silencioso y restringido de los museos. Durante los dos próximos meses se puede contemplar en el Museo de Bellas Artes de Murcia (Mubam) la exposición Gastroarte, que llega a su segunda edición con once obras, once esculturas de Paco Torreblanca, considerado uno de los mejores pasteleros del mundo. Esculturas realizadas, naturalmente, con chocolates, cremas pasteleras, bizcocho, crema de vainilla, de queso y albaricoque, bolas de azúcar soplado y crujiente de praliné, entre otros materiales, que corresponden, cada una de ellas, a la interpretación que el maestro alicantino ha realizado de once de las obras de pintura realizadas entre los siglos XVI y XX pertenecientes a la exposición permanente del museo. ‘San Miguel’, de Joan de Joanes; el ‘San Jerónimo’ atribuido a José de Ribera; ‘Guirnalda de frutas rodeando una imagen de buen pastor’, de Joris van Son; ‘Florero’, de Seghers; y las obras anónimas ‘Las entrañas de Alfonso X El Sabio’ y ‘San Francisco de Asís ante la Inmaculada Concepción’. Y las datadas en los siglos XIX y XX, como ‘Una partida de Malilla’, de Adolfo Rubio Sánchez; ‘Cristo Yacente’, de Domingo Valdivieso; ‘Escena de las cruces’, de Martínez Pozo, y las obras de Sánchez Picazo ‘Claveles y margaritas’ y ‘Pandereta de rosas’.

Tan importante como las propias obras en sí son los conceptos que han inspirado esta exposición. Cada obra del pastelero alicantino  se muestra junto a la pintura sobre la que está inspirada, en un fantástico juego visual de alto impacto. Eso implica, además, que las once obras están distribuidas por las diferentes plantas del museo, lo que propicia que este se recorra en su totalidad. Una de las salas auxiliares del museo se ha dedicado a exponer las fotografías que han documentado el proceso de creación de estas obras maestras de la repostería, realizadas por el fotógrafo José Luis Montero, lo que acaba siendo otra exposición en sí misma. El juego visual es fascinante. Junto al San Miguel de potentes alas de Joan de Joanes, un ala de ángel elaborada en azúcar soplado, bizcocho de café y mousse de chocolate; ante el colorista bodegón ‘Florero’, de Daniel Seghers, un increíble florero realizado en soporte de chocolate; frente al rigorista ‘San Jerónimo’ de José de Ribera, una mano de chocolate sobre un soporte en manteca de cacao…

No es la primera vez que el Mubam abre sus salones a las interpretaciones culinarias. En 2015, fue el chef murciano pablo González Conejero quien presentó diez platos, inspirados en otras tantas obras del museo de fotografiados por Joaquín Zamora y con textos de Santiago Delgado. Y desde luego, no es la primera vez, ni mucho menos que el mundo del arte y el de la cocina se encuentran. Al fin y al cabo estamos hablando en ambos casos (el de la cocina de vanguardia, claro) de procesos creativos. Ferrán Adrià y su exposición ‘Auditando el proceso creativo’ es un ejemplo, como lo fue su intervención en Documenta 12,  el gran certamen de arte contemporáneo celebrado en la ciudad alemana de Kassel. Yéndonos más atrás, qué tendremos que decir de las obras del italiano Giuseppe Archimboldo, (1527- 1593) conocido sobre todo por sus representaciones manieristas del rostro humano a partir de flores, frutas y plantas… Se trata de un encuentro lógico: las artes y la gastronomía, la cocina, provocan en un primer instante unos estímulos que  viajan a nuestro cerebro por la misma vía.: la visual, generando en nuestro cerebro conexiones que activan en ambos casos  los mecanismos del placer. Luego vendrá la introspección, la reflexión y el análisis en el caso de las obras de arte; y el aroma, las texturas y el sabor –en definitiva, la memoria- en el caso de la comida. Por eso, la visita a Gastroarte es doblemente placentera

 Gastroarte permanecerá abierta en el Museo de Bellas Artes de Murcia hasta el 18 de junio de martes a viernes, de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas; sábados, de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas, y domingos y festivos, de 11:00 a 14:00 horas.

Sobre el autor

Periodista, crítico gastronómico. Miembro de la Academia de Gastronomía de la Región de Murcia.


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